jueves, 15 de julio de 2010

A Cuenta Gotas - Por: Bernardo Ángel.


Una gota de aceite floreada en el agua que se abre paso entre las nubes grises, aquí espero un instante más a que la luna se encienda en medio de los jazmines.
La noche mágica se abre paso en medio de las estrellas colgadas en el fondo del cielo azul oscuro muy oscuro de tanto esperar.
Las líneas se vuelven finitas y largas, entre su infinitud se pierde mi mirada, que se cruza con el niño huérfano y humillado por los demás, que drama este de estar vivo en medio de tanto muerto. Que horror este de correr por el mundo sin ningún ideal, sin ninguna prisa, que horror este de andar por el mundo sin una morada.
Una gota de sudor corre por mi mejillas sin afán, que horror este de tenerte tan cerca y tan distante, aquí estoy en medio de esta prisión del alma que no responde, nuevamente el agua y el aceite jugando a encontrarse.
Nuevamente en mi cerebro se enciende el juego de ajedrez que empecé tantos años atrás, así es a la vida mientras mas rápido la encuentro mas rápido se me va, mientras mas corre mas la alcanzo en el cielo que me entrega ese puñado de estrellas preñadas de deseos. Mis dudas reflejan un ser inconcluso en lo mas hondo de mi ser,  ¿A dónde va el rio después de haber sido bebido por el niño? ¿Dónde va el amor cuando se acaba? Nada raro que el amor nunca vaya a ningún lugar pues aquí nunca ha vivido, se le fueron negados todos sus derechos civiles y tributarios, ¿Qué sentido tiene pagar impuesto por el solo hecho de amar? ¿Dónde van mis recuerdos cuando los dejo morir al lado del camino del olvido?
Una gota de agua al borde del abismo cruza mis viseras, allá mismo donde se anidan mis serpentinos deseos de extrañarla, de amordazarla entre  las sabanas, y  la gota de agua sigue pendiente colgada de mis viseras.  ¿Se seca el amor, como el agua? ¿Se va la lluvia llevándose sus recuerdos? ¿Se van sus recuerdos a otro lugar? ¿Por qué no puedo borrar la huella imborrable en su nombre? 
Vuelo en mi cometa de humo, ahí sigues en mi memoria ¿Por qué no caes? ¿Qué te detiene en mi absurda existencia floreada como el farol al fondo de patio? La noche se asemeja a una película de terror que en sus adentros lleva odios y rencores del color del arco iris. El arco iris es una farsa de colores que se entrecruza con la guerra del agua y el aceite. Así como el amor le hace resistencia al odio,  el agua lava al hombre de toda culpa y maldad, que ingenuidad esta de sentirse despierto cuando el mundo sigue  durmiendo.
¿La noche no puede ser mas larga? No te ilusiones mi pequeña princesa que ya es hora que vuelvas a darle la vuelta al mundo en una abrir y cerrar de ojos. No te preocupes princesa que te vas dejando tus huellas en mi rostro, no te preocupes mi pequeña alteza que afuera te esperan los duendes para llevarte a un lugar mágico donde yo no te puedo acompañar de principio a fin. Vamos princesa que allá tendrás un enorme jardín para ti sola.
Es así donde te encuentro mas rápido dándole cuerda al reloj suspendido en la pared de mi cuarto amplio y subterráneo. Allí donde se prende la gota de agua mezclada con aceite es donde te pierdo.
La noche no tiene miedo de morir  en brazos del día, mientras tanto espera con calma ser empujado a una nueva jornada, que se abre como cola de pavo en celo.

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