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sábado, 29 de mayo de 2010
ROCK AL PARQUE!!!!!!
miércoles, 26 de mayo de 2010
EL BUSCADOR DE PALABRAS Por: Jorge Andrés Jiménez Rodas.
El buscador de palabras se levanto este día al contrario no porque su cabeza estuviera donde deberían ir sus pies, sino porque al abrir los ojos empezó a soñar. La música, que ese día empezó a sonar en su computador pintaba sus paredes, pedazos de cielo, esquirlas de sol, polvo de luna, arboles violetas, girasoles huérfanos, un sinfín de metáforas alucinatorios, materias primas para la casa que algún día prometió, drogas que se cultivaban en su cabeza cada vez que veía sus ojos.
En esta mañana el buscador de palabras le madrugo al sol, su celular le gritaba insistentemente por la urgencia de la llamada que una vez por Messenger prometió, la inocente promesa de entregarse como un despertador parlante, programado quien sabe porque anhelos, quizás un beso, quizás algo mas allá de esto. Entre palabras dormidas que venían de ambos lados del teléfono celular los minutos no dieron tregua, una llamada de menos de sesenta segundos fue suficiente para sacar de su cabeza la duda, para programar un safari, que pronto tomaría forma con Fito & Fitipaldis, una canción, las nubes en tu pelo parecía la metáfora perfecta de lo que este hombre siempre había querido encontrar: un espacio allí en el cielo, entre las nubes donde su cigarrillo se consumiera rápidamente para voltear su cabeza y responder la sonrisa de la mujer al frete suyo.
¿Ahora entienden por qué el buscador de palabras se levanto soñando?, ¿ahora entiende por qué el encontraba en Fito & Fitipaldis la pregunta sobre cuantas flores para un ramo, cuantos versos para un poema? Y aunque las respuestas son inexistentes, aunque al otro lado del teléfono el voto en blanco reinaba sobre estas elecciones del corazón, poniendo a todo un estado en jaque mate por un empate entre el sí y el aun no se, este hombre, aventurero frente a la pantalla, callado ante los demás, con anhelos de ser grande, este buscador de palabras sonreía, creía inocentemente como un cachorro que pone su ojos sobre el hombre gordo en un restaurante que come un plato suculento, que algún día voltearían a verlo, que cada día que lograra mirar a esta mujer a los ojos regaba un cultivo del cual aun ella no conocía las propiedades del suelo, sembraba una semilla que ella aun no lograba encontrar en sus libros, la siembra de un hombre soñador, que nuevamente en la música de su computador encontraba las palabras perfectas - “siempre estoy soñando”- decía mientras sonreía melancólicamente pero con la certeza de que esa noche, unos minutos antes de que estas letras se agruparan en lo que quieren narrar, luego de hablar con la mujer que aun robaba sus inspiraciones, la persistente idea de que ella en esa noche, fría y húmeda, antes de decir a dios a la realidad que le impuso un verdugo, pensaría en el.
“no hay mejor lugar que entre las nubes de tu pelo para revolver las drogas con los versos, lo mejor del sol el brillo de la luna que es tu corazón…Loco trovador es tu canción desnuda, solo corazón…. ¿cuántas flores para una ramo, cuantos versos para un poema?’”
lunes, 24 de mayo de 2010
EL ULTIMO VAGÓN EN LA LLANURA Por: Bernardo Ángel.
El tren avanza en su carrilera con destino a un lugar lejano... voy a dormir en un vagón mientras llego a la estación del fin del mundo, allí a mi lado dos sombras se cobijan con sus cuerpos, protegiéndose del frio matutino, dos sombras que se encuentran y se abrazan, dos sombras que se encuentran y se amordazan, dos sombras que se buscan y se encuentran en medio de la luz apagada del vagón que me aleja de mi edad cromosómica, en el vagón el silencio es penumbra pero las dos sombras siguen impávidas... ¿de quien serán las sombras? ¿Del asesino y la muerte? ¿O del amor y el regocijo?... que orgasmo mental... soy único y me inspiran la llanura de su cuerpo y el tren en el que lo recorro... un tren sin rumbo fijo es como un cuerpo seco a la deriva, voy en el tren de la vida así como mi vida va en el tren del olvido. El tren se dirige a la verde llanura donde su funde el verde, verde de los arboles y el azul, azul intenso del cielo.
Es en esa verde llanura por donde se pasea una mujer, de cabellos ondulados, de sueños indescifrables, de cuerpo valiente, de alma pura y corazón limpio. Por la verde llanura va una mujer con pasos firmes y mirada profunda. Es en esa verde llanura donde me he perdido, y me he topado con sus sueños en lo hondo de la inmensidad, es allí donde mi cuerpo pareciera mas solido, es en la llanura de su espalda donde mi fe reposa, mis delirios se hacen hondos y mi cabeza se empina en busca de sus labios fugitivos.
La llanura lleva secretos, la llanura se traga a la majestuosidad de su cuerpo perfecto humeral de sueños encontrados y de historias indescifrables, de esos sueños que soñamos despiertos en el claro oscuro del día de lluvia que se traga la llanura, así como la manzana pecadora de Eva nos lleva al otro mundo.
Es en la llanura donde descubro el paraíso tras las ramas de su fértil cuerpo, la llanura en su cintura se hace mas extensa y me arrastra a una sombra inmemorial, donde el pecado es encarnado de sabores y aromas exquisitos, la llanura en su cuerpo se pierde en mis ojos como cual Adán se pierde tras la respiración de su Eva. La llanura amenaza con la ternura de sus labios en mi espina dorsal, donde reposa un vertiginoso efluvio de canciones y versos compuestos para ella que me espera en silencio. La llanura verde amenaza el ritmo del tren que avanza, pareciera tragársela por completo. El tren desafía a la verde llanura queriendo llevársela en uno de sus vagones, la llanura quieta al paso devastador del tren.
Yo miro de reojo al gran espejo de la estación en el fin del mundo donde esperan las ansias, donde la llanura se hace infinita y el se hace corazón valiente al grito del guerrero que firme espera el paso de los años, con el rostro longevo de tanto ir y venir como el viento, lleva entre sus alas el viento cortado de sus derrotas, termina una historia y la otra sin empezar, de su ombligo de luna cuelga un arete prehistórico, en su cerebro sus sueños juegan a soñar, en una mano, una historia y en la otra una copa, en sus cabellos una canción que se toca con el viento, en sus pies una poesía que se entona, en su boca un panal que se enciende, en su vientre una orquesta que no para...
Que paz... Que silencio entre mis labios, que ardor en mis manos que no dejan de rosar la sombra, que paño tibio el que cubre mi frío de soledad, ¿que amparo triste cuelga en mis orejas como anillo de hojalata?, ¿Quien vendrá por mi alma esta noche hilvana? ¿Quien se ira tras mis sueños que no paran? ¿Hay alguien aquí? pues solo las respuestas bastan para dar alivio a mi alma... ¿Quien vendrá esta noche por esta ventana que me arrastra?
La llanura y el tren juegan incasablemente entre las ramas de los olivos, entre las flores de los guayacanes que se encienden en luces amarillas casi fluorescentes, terminado abril y empezando mayo, únicos meses del año que estos arboles dejan preñados el piso con su olor, con su olvido como cada vez que el tren pasa por la llanura verde perfumada por el olor a mujer, por el fresco olor que dejan las alondras, en esa piel de mujer y aroma inmortal.
Ya terminado el viaje sin fin, recojo las maletas entre las sombras que me acompañaron en el silencioso viaje por la llanura, así como el guerrero empuña su espada al comienzo de batalla. En la estación se pasea un niño prendido del brazo de su madre, así como en mi mente viaja ella cuando la vi por vez primera en la llanura.
El tren la llanura se encuentran y se amordazan como el par de sombras del vagón en el cual yo viajaba, la llanura abraza al tren como el niño en la estación abraza la mano de su madre, el tren la llanura se pierden en los ojos del anciano de la estación que quiso ir a la guerra.
miércoles, 12 de mayo de 2010
MUJER QUE CAMINA - Alejandro Filio.
LUGAR Por: Jorge Andrés Jiménez Rodas.
lunes, 10 de mayo de 2010
EL TERCIOPELO PURPURA II Por: Bernardo Angel.
En un golpe suspendido nuestras almas reposaban en la mesa de noche, allí donde descansan los sueños todas las noches, allí donde esperan las ansias de ver los cuerpos desnudos al amanecer. La historia del terciopelo seguía latente, como seguía la idea de jugar a las escondidas, prendimos el jugo de la sed, prendimos las luces de otra historia sin fin.
El terciopelo estaba en el lugar de antes y yo corrí a traerlo para cubrir nuevamente su blanco cuerpo, vi en ese lugar el purpura de su alma que minutos antes quería devorarnos como presa tierna que el león atrapa, sentí el viento rozar nuevamente mi fresca piel después de haber recorrido los secretos invaluables del cuerpo de mi amante secreta, sentí como el viento se llevaba entre sus alas a un fiel perdedor “el tiempo” , mientras que iba por el terciopelo sentí su tierna voz que me llamaba como alma en la penumbra que esta por entrar al cielo.
Aquí prendidos del golpe rojo de las pasiones, veo el terciopelo en el suelo empapado de las mas fervientes arrebatos, allí reposan nuestros sudores refrescantes como antídoto de los mas oscuros dolores del alma, el terciopelo se mueve lentamente por la habitación con el suave viento que entra por la ventana medio abierta.
En un lado de la habitación yace su blanco organismo medio cubierto por la soledad, entonces corro a ella y entre mis brazos, la saco del manantial de los sueños jugosos reposados en sus cabellos ondulados, en mis brazos enciendo una nueva lujuria, en sus brazos reposa mi ideal comunista espía de la noche y la dulzura que tiñe sus labios al despertar, en mis brazos nace la idea malévola que se encienden entre sus ojos medio dormidos, en sus brazos pongo el terciopelo purpura que nos cubrió cuando fue necesario, en sus brazos reposan mis dudas por el mañana que no amaneció, en sus brazos pongo mis ansiedades, mis deudas y mi carriel. En mis brazos reposan sus amarguras, sus pesadillas madrugonas y su fe.
De un golpe el terciopelo purpura vuela llevándose el alma de esa mujer de cabellos ondulados, de sueños indescifrables, de cuerpo valiente, de alma pura y corazón limpio. El terciopelo se lleva entre sus alas a la mujer con pasos firmes y mirada profunda. Es hora de dejar volar al espíritu de estos dos cuerpos que se encontraron, se amaron en medio de la luz encendida de la luna, en medio de la ciudad donde nacen todos los espantos. El terciopelo lleva el prodigio de dos energías que de un golpe chocaron volando en miles de átomos.
viernes, 7 de mayo de 2010
jueves, 6 de mayo de 2010
CUENTOS COMPARTIDOS - Alejandro Filio.
UN HOMBRE MIRANDO AL CIELO Por: Jorge Andrés Jiménez Rodas.
¿En que piensa un hombre mirando al cielo? Aquel hombre ve en las nubes y en su movimiento su epifanía. Ve lo que antes negaba y ahora quiere gritar al mundo, ve en los azules las ganas de luchar, en las blancas nueves sus ansias de viajar, en el ancho espacio todo aquello que puede dar.
Un hombre mirando al cielo, descarga sus pensamientos y los pone a volar, y en algún rincón, allá donde tu cuerpo cansado de tanto llorar, reposa en las risas de los niños, todos estos sueños esperan arribar, y cambiar la oscuridad por luz, como una oración que se alza al espacio, como un dictamen que obligan a su corazón a gritar, a callar la voz que le dice “no más”. Un hombre mirando al cielo se acuesta en los brazos de la vida, se deja llevar por la inspiración de que algún día llegara, el momento, donde tus labios lo logren capturar, el instante eterno en que tus manos le hagan sentir que no necesita otro hogar, pues este hombre que mira al cielo, a levantado un muro, con una ventana que mira hacia el mar, donde tus ojos se iluminan cual faro en un risco y apartan la niebla para que las palabras de aquel hombre perdido en el cielo deje que sus letras extraviadas naveguen en libertad cargadas de un tesoro escondido por el sufrimiento.
Un hombre mirando al cielo, no mira a ningún lado, no es sur, no es norte, mucho menos este u oeste. Este hombre solo quiere huir contigo, volar por esta bóveda celestial, escapar de esta babilonia de sin sentidos hasta allí donde el amor sea tan puro que una mirada sea suficiente, un risa, nerviosa pero ilusionada, un NO que sucede a un SI, un “sí” que no es más que un TE CREO, un “te creo” que no es más que un TOMA MI MANO, un “toma mi mano”, que no es otra cosa que dejar que las ropas nos quemen, no es más que dejar que el viento traiga el amor para que nos haga a nosotros en nuestra habitación hecha de nubes, unas nubes que nos dejan libres, para que antes de dormir, en nuestras miradas encontremos una ventana para visitarnos en nuestros sueños.
lunes, 3 de mayo de 2010
CORTA VIDA ETERNA Por: Julian Camilo Bedoya.
Sentado en un café, disfrutando del esplendido aroma de mí tasa acompañada de un cigarrillo. Donde mi mente y alma reposan del mundo que me rodea, de repente siento un aroma agradable pero diferente al de mi tasa, un aroma impactante y penetrante que me despertó una enorme curiosidad agarrada de mis instinto olfativo, que al mirar pude comprender que ese olor tan especial era el olor de ella, el olor a mujer.
Allí estaba ella, sentada, con su hermosa chaqueta elegante de cuero, un maquillaje suave en su espectacular rostro, mirada perdida pero interesante en donde mis ojos, por ese momento hubiesen querido robar la atención de ella y hubiese querido saber sus pensamientos. Ella tan hermosa con su Jean de moda costoso, sus joyas elegantes y su cabello hummm...! Mejor dicho……….la mujer perfecta. Ella, la que por 35 minutos y unos cuantos segundos robo mi atención hasta el punto de no recordar mi café y mi cigarrillo, aquella mujer que ordenó lo mismo que yo, que al terminar pago la cuenta y se fue dejándome una intriga impactante, una imagen y un deseo de querer saber de ella, que por tal motivo quise escribir:
Deseo y vanidad uno de mis pecados femeninos favoritos, el cual ellas poseen y abusan de el, porque aunque vos como mujer no quieras, siempre llamaras la atención de nosotros los hombres que no podemos dejar de observar y querer tener ese ser tan sensual y perfecto que eres tú para nosotros. No se sientan señaladas, ni mucho menos acosadas con nuestra mirada, que lo único que anhelamos es tener una corta vida eterna contigo. Esa corta vida eterna la quise llamar así en estas cuantas líneas que he plasmado gracias a esa linda amazona que vi en un café.
Tu! hermosa princesa algunas veces malvada, otras veces ternura; que abusas de nuestra inspiración y de tu belleza sensual irradiante de fantasía, que cada vez que te veo quisiera que me dejaras ese olor delicioso impregnado en mi, y recorrer todo tu cuerpo infinitamente a besos, jugar desnudos por el piso como dos sordomudos, como dos irreverentes niños deseosos de querer mas y mas sin saciarnos ni cansarnos, de querer uno del otro, que por un momento los dos seamos una sola persona y ese momento nos dure una corta vida eterna, con tu punto de partida y tu punto de llegada, que todo lo que anhelo es jugar a besos, caricias y abrazos, que tu cabello me acaricie la cara y abdomen, que mis manos sean inquietas en todo momento, que tu me digas que me amas, mas no tu nombre, que yo te diga que te amo, mas no cómo. Que los dos nos miremos sin saber quien somos, que nos invada el deseo mas no el pudor, que juguemos pico-monto solo tu y yo, que tus ojos miren a todo lado excepto al frente hasta decir no mas sin poder respirar…….en fin; tantas cosas que con una simple mirada y sonrisa coqueta nos provocas linda mujer.
Solo queda decir, que rico seria………? Tantas cosas que anhelo de ti, que deseo de ti, que quisiera de ti y que en esos 35 minutos soñé contigo y me hicieron eternos y cortos que por tal motivo los quise llamar, lo sigo llamando y lo llamare CORTA VIDA ETERNA.