Solo basta de un cigarrillo y un café para que mi cabeza se llene de ideas, sensaciones escondidas, paradigmas, que con el tiempo, no sé, si se resolverán. Es así pues que llegas a mi mente cautivando en mí, cada minuto que pasa. Haciéndome disfrutar del amargo café, que corre por mi cuerpo, como yo desearía hacerlo contigo. Llenarte de caricias y besos, mirarte hasta saciar mis ansias, y estar presenciando lo que para mí sencillamente es lo más perfecto de la creación.
Cada sorbo me lleva a sentir un sinfín de sensaciones que nunca he experimentado, y quisiera, solo, experimentarlos contigo. El humo, que con tanta pasión inhalo, sale de mí en varias direcciones, me deja una mirada perdida, queriendo sacar mis sentimientos y dejarlos volar como lo hace el humo con tanta espontaneidad, y cuando al fin sueño que me hablas mi amargo café y mi cigarrillo están en mi… después lo que más deseo es un cigarrillo y un café para así poder verte claramente en mis sueños.
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