miércoles, 29 de diciembre de 2010

Y si al LLegar que? - Por: Bernardo Ángel.

Y si al llegar la bruma de la mañana nos sorprende el nuevo día desnudos ¿Qué?
Y si te digo que eres una diosa y no te puedo asegurar la felicidad eterna a mi lado ¿Qué?
Y si al llegar la noche y tu llegas a la casa y yo te espero entre las sombras de las luces medio apagadas ¿Qué? Seguramente yo ya me habré ido a buscar refugio en tus brazos fuertes.
Y si cuando vas por la calle te acuerdas de mí y lo inocente que soy ¿Qué?
Y si voy caminando por el sendero del más allá y te veo en medio del afán y la prisa y te llamo con mi voz melodiosa y monótona ¿Qué?
Si abres tus brazos y en suspiro de tu garganta  me encuentro sumergido en tu vientre y no lo podemos remediar ¿Qué?
Y si te escribo en tu fina piel poemas electrizantes y eróticos, de esos que  mueven montañas en medio del mar infinito de lágrimas prófugas ¿Qué?
Y si de tanto amarnos se nos desgasta la piel ¿Qué?
Y si de tanto correr hacia ti sublime mujer encuentro que ya es tarde ¿Qué?
Si decidieras amarme con toda tu fe, pero sucede que no estoy disponible ¿Qué?
Y de repente nos ahogamos en las mieles de la mágica pasión que encierran nuestros ojos fijos el uno en el otro ¿Qué?
Y si de tanto rozar nuestras pieles se nos van gastando ¿Qué?
Si muero en la mañana siguiente si decirte lo tanto que te amo ¿Qué?
Si mueres en lo alto de la pasión anacrónica y desarmonizada ¿Qué?
Si me dices ahora que me amas ¿Qué?
Si te digo que te amo en el preciso instante en que los minutos se suicidan ¿Qué?
Y si en una noche minada de estrellas pasamos de la admiración a la acción ¿Qué?

jueves, 25 de noviembre de 2010

Juego Lésbico - Por: Bernardo Ángel.


Seducidas por sus largas líneas de la columna vertebral de su compañera que porta minifalda bastante alta y top seductor, vienen los besos ligeros entre las pantorrillas que  esperan a ser devoradas por su húmeda y tibia lengua, entre tanto ese aparato vibratorio entre sus manos da paseos imaginarios por sus blancos cuerpos, humerales infinitos de eterna  pasión.

Sus uñas perfectas se anclan en todo el pezón erecto, esperando a ser devorado de un beso envuelto de  miradas asesinas, sus pies reclinados en el blando sillón parecen ser puentes colgantes para cruzar los  mas peligrosos  ríos sanguíneos.

Yo al otro lado de la habitación observo como se deshacen los besos en sus lenguas mágicas e inquietas, como sus uñas se purifican en lo mas adentro de sus pubis incansables e  insaciables, veo como escriben sus nombres con gritos prehistóricos que brindan la mas extraña predicción de sus futuros, veo como se mueven en compases armónicos sin desincronización, compruebo que no hay guerrero mas peligroso que una mujer excitada y mas si lo hace alguien de su propio sexo.

martes, 16 de noviembre de 2010

La Novel Total - Por: HAZ.

Tic Tac Tic Tac Tic Tac, 3 veces para espantar fantasmas.

Giros, Giros, Giros, 3 veces para ofuscar las palabras.

Comerse el pan de ayer para evitar el nuestro de cada día y así adelantarse al sol para robarle el placer de despertar primero y morir después.

Hizo todo lo que le dijeron, dirán algunos, hice todo lo que me dijeron dirán... dirán... diré. Uno no puede creer que los demás quieran que las cosas no salgan y por eso redactan los manuales de instrucciones mal, uno simplemente no puede darse el lujo de desconfiar cuándo va caminando a ciegas mientras voces de gigantes muertos reverberan descubriendo atajos y peligros... claro pero eso no lo saben los editores ineptos de esa editorial, ¿Cómo se les ocurrió creer que estaba bromeando?, pero bueno, eso nos pasa a todos los genios, primero somos rechazados. No importa. Yo se que lo que escribí es la novela completa, el libro perfecto... o sino que juzgue el lector:

Capítulo I

En un lugar de la mancha de cuyo nombre no quiero acordarme el coronel Aureliano Buendía había de recordar la tarde remota en que su padre lo llevó a conocer el hielo, Macondo estaba desordenado y vacío, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas. Bajó solo de las montañas sin encontrar a nadie. Pero cuándo llegó a los bosques surgió de pronto ante él un anciano que había abandonado su santa choza para buscar raíces en el bosque, avanzó desde la salida de la escalera, llevando un cuenco de espuma de jabón, y encima, cruzados, un espejo y una navaja... elevó en el aire el cuenco y dijo: 
-¿Quién va?
-No, contéstame a mí. Párate y date a conocer.
-¡Viva el Rey!
-¿Bernardo?
-El mismo. Cuándo tenía seis años, vi una vez una imagen magnífica en un libro sobre la Selva Virgen que se llamaba "Historias Vividas". Representaba una serpiente boa que tragaba una fiera.

miércoles, 3 de noviembre de 2010

HABLANDO CON UNO DE LOS POETAS DE LA CEJA ANTIOQUIA



Don Ivan no dejaba de recalcarme que no le llamara asi, constantemente me decia, "Don ivan no, Ivan". Nuestra charla fue casual, en su poetica embriaguez cuando llegaba a cantango le recite una frase que alguna vez me dijo y de la cual nunca me dijo su autor. Yo inocentemente le recalque que me quedaba debiendo el autor y el se me acerco y me dijo: "me queda debiendo el ron."

si, esta frase fue necesaria para que la noche se nos extendiera entre lecturas de Cortazar, descripciones de la muerte, debates sobre esta y sabias lecciones que no se quedaran en el lugar donde suenan los tangos sino en donde se cantan....

DÍA DE INVIERNO Y VERANO “DICOTOMÍA DEL CLIMA - Por: Bernardo Angel.

Por el oriente en medio de las montañas verdes el sol empieza a colarse, el sol es un extraño fugitivo que navega entre las nubes pasajeras que parecieren vencerle.

La tarde ha empezado desde muy temprano a robarle los segundos, los minutos las horas a la mística mañana que avanza como si llevase afán por que todo termine aquí.

La noche desvanece al día, al ritmo de un tambor que no deja de soñar, a ser tocado a cualquier hora del día.

La noche vence al día cuando este grita que todo termino…

El día y la noche se suceden en un grito que mis oídos no alcanzan a percibir… la nube vence al sol que salió por el oriente y de un momento a otro todo termina a mi alrededor, la nube trajo la lluvia, el cielo relampaguea y la tierra tiembla de frio y espanto, el cielo esta encendido de un amarillo violento que pareciera tragárselo todo…

Nuevamente el sol se engulle a la tierra de un suspiro…

¡Sucederá que en la tarde esa guerra cósmica se suicide de un susto aquí en la esfera terrestre y cuaternaria!

viernes, 10 de septiembre de 2010

PROPUESTA DE GUION....CONTINUIDAD EN LOS PARQUE

HOLA, ACTUALMENTE ESTAMOS PROYECTANDO LA GRABACION DE UN CORTOMOETRAJE Y QUEREMOS COMPARTIR PA PRIMERA PROPUESTA DE GUION.....SE ACEPTAN SUS SUGERENCIAS. EL GUION ESTA BASADO EN EL CUENTO CONTINUIDAD EN LOS PARQUE DE JULIO CORTAZAR

PROPUESTA GUION NUMERO 1
Primera escena 

El hombre sentado en su sillón verde observa la ventana y las hojas que caen de los arboles.

Segunda escena 

La cámara toma al hombre de frente que se levanta y se despereza y se dirige a la biblioteca. La cámara lo sigue y hace una toma detalle de un libro. Cuando el hombre coge el libro suena el teléfono.

Tercera escena

El hombre baja el volumen de la música, deja el libro tirado, contesta y dice: No hay problema, salgo en seguida. Toma su abrigo y sale de la escena.

Cuarta escena 

Se ve el carro del hombre saliendo de la finca. El mayordomo le abre la compuerta.

Quinta escena 

El carro entra nuevamente a la finca.

Sexta escena 

El hombre se baja de su carro. La cámara toma al mayordomo y al hombre.

Mayordomo: señor esta mañana le llego esta carta.

El hombre la lee.

Hombre: que hijueputas es esto. Entonces para que les estoy pagando. Yo crei que lo de estas tierras ya estaba arreglado.

Mayordomo: pues señor yo hable…..

Hombre: hablado con ellos que???.....entonces porque me llega esta carta…..sabe que sírvame un wisky a ver si eso si lo puede hacer y en el comedor le voy a dejar una carta para que se la envie a mi abogado.

Séptima escena

El hombre entra a la casa y sube las escaleras mientras se afloja la corbata.

Octava escena

El hombre entra a estudio se acaba de quitar su corbata y su saco y los tira en un sofá. Prende el equipo de sonido y le sube volumen. Se sirve un Whisky. Toma nuevamente el libro.

Novena escena

El hombre se sienta en el sillón verde se acomoda. Se asegura de que los cigarrillos estén a la mano y enciende uno. Empieza a leer el libro.

Decima escena - voz en off.

Mientras caminaba con prisa al lugar pactado con su amante, la excitación producía un sinfín de fantasías a tal punto que no vio aquella rama semi caída de un árbol al frente suyo que termino por golpearle la mejilla y dejando una delicad rastro de sangre en ella.

Onceaba Escena

El amante entra en la cabaña. La mujer está sentada en una mecedora mostrando la ansiedad en su cuerpo. Ella sale a abrazar al amante. Lo acaricia e intenta limpiar la sangre en su mejilla. El amante toma el puñal que llevaba en su bolsillo y se lo entrega a la mujer. El rechaza constantemente las caricias y besos de la mujer.

Duodécima escena

Salen de la cabaña. El hombre la abraza fuertemente y le dice:
Amante: todo va a salir como lo planeamos. Espérame en el parque de los robles a las siete de la noche. Pero vete de aquí antes de que llegue alguien.

Decimotercera Escena

El amante observa como la mujer se aleja corriendo con su pelo suelto y emprende su camino.

Decimocuarta Escena

El amante se acerca a la casa del hombre, pasa junto a los perros que no ladran. Sube las escaleras del porche y entra.

Decimoquinta Escena

El amante sube las escaleras. Se fija en dos habitaciones y se dirige luego al estudio.

Decimosexta escena

El hombre sentado en el sillón, leyendo el libro se muestra sorprendido. Atrás se ve al amante que se acerca sigilosamente y le corta la garganta.

domingo, 5 de septiembre de 2010

Aqui Por: Arion Bastiaan

Podría sentarme aquí y pensar y pensar y pensar, y no creo hallar suficientes palabras, formas, imágenes, suficientes momentos recuerdos, alegrías tristezas, lagrimas, suficientes referentes o referencias como para expresar de una manera elocuente o hasta la más disparatada, la más dulce o grotesca, la más suave o sublime lo que a mi alma colma, pues no es suficientemente grande el mar, ni tan inmenso el firmamento, es que ni es tan enorme el universo conocido o el soñado como el sentimiento que envuelve, que se comprime y erosiona cada vez que veo tus ojos, que oigo tu hipnotizante voz, cada vez que veo venir tu cuerpo junto con tu alma y la mía.
Cuanto daría porque supieras que es lo que siento antes que fuera demasiado tarde y un día de estos cuando vengas hacia mi desvanezca por ti y muera de sobredosis aquí.

Un día más, un día más en el que te colmaría de amores, un día más en el que sería tuyo por completo, un día más de vida contigo,
Solo una hora más, solo esto es lo que pido para cantarte, para recitar sin parar y con mi corazón en la mano desde los versos más tristes y sufridos hasta los más emotivos y sentimentales, tan solo un minuto más que bebería sediento de tus labios hasta saciarme, que me dejaría absorber de tus ojos hasta entrar en ti, es tan solo un segundo más el cual haría eterno para estar contigo siempre, es un  momento más, un momento para recordar.
  
Cuando daría por poder estar ahí en el regazo de tu alma, porque me cubrieras de amores y que allí en ti poder vivir, pues es solo junto a ti que puedo y siento que estoy en casa, que puedo y me siento lleno, que puedo respirar, que dejo de lado mi vida misma para ser una parte más de ti, de poder gozar de tu absoluta gloria, que podría desangrarme en tus labios y allí mismo ir al cielo, que necesitaría más que una cortina de humo placida pero enceguecedora que me cubriera del mas extaciante aroma, que daría yo por poder sentirte, respirarte y que con tu aroma me envolvieras de dicha.

Nunca había sentido una sensación tan paradójica, porque es tan. . . . , tan . . . ., tan indescriptible, tan llena de todo, tan falto de nada, tan irreal y a la vez tan tangible, porque puede estar tan distante y tan próximo, tan lúcido y tan sencillo, puede lograr ser tan frió y tan apasionado, puedo llegar a pensar que esta aquí tan dentro de mí, tan cerca que puedo sentir su respiración en mi piel, puedo escuchar el latido de tu corazón y al instante siguiente no existes, no estás aquí y no te tengo más que en mi mente, de donde eres huésped desde el momento que irrumpiste en mi vida con tu luz

lunes, 30 de agosto de 2010

Sombra Por. HAZ


Y aquí voy, de nuevo yo.
Camino por las calles oscuras del pueblo, doy vuelta en la esquina donde todavía se ve una luz titilante, es una lámpara de esas que solían iluminar todas las calles en este mismo segundo pero de otro tiempo. Las sombras sugerentes que proyecta la lámpara me impulsan a aminorar el paso. Agudizo mis oídos y detengo totalmente mi marcha, trato de concentrarme en la sombra larga que se ve en la carretera da adoquines gastados, no se mueve pero pareciera cambiar con cada lapso pequeño de tiempo en que la luz se apaga. No puedo asegurar que está cambiando, pero tampoco puedo decir que es la misma. Mejor me quedo quieto, quiero sorprenderla cuando cambie de forma. Hace mucho frío pero no hay viento, solo el que experimentaba hace unos minutos cuando caminaba y rompía la frágil armonía de los átomos de aire. Pienso en ser un átomo, debe ser difícil saberse ladrillo del mundo, debe producir mucha tensión, no me quiero tensionar. ¡Ahí está!, se acaba de transformar en algo totalmente parecido a lo que era antes. No puedo pensar en nada, debo estar atento.
Esa sombra está aprovechando para moverse en el mismo instante en que deja de haber luz, parece ser astuta, pero no puede ser más astuta que yo, una vez me gané el premio al más astuto en el colegio, recuerdo mi colegio, tenía muchos lugares para esconderme, siempre me escapaba de matemáticas para irme a fumar montado en algún árbol de la salida, o detrás de la capilla, en ese hueco lleno de raíces en el que nadie se metía, ahí fumaba y veía como se movía la tierra, siempre aparecían animales raros, bichos de esos que nunca se ven en un álbum de estampitas por feos y asquerosos.  Sería bueno ser un bicho de esos y meterme debajo de las raíces y sentir toda la presión de la tierra mojada, no mejor no, no quiero sentirme presionado. Deben haber bichos debajo de la sombra, en las grietas de los adoquines, debe haber porque ahí se ve que sale hierba, ósea que debajo debe haber tierra, bueno eso creo, nunca he levantado un adoquín para ver que hay debajo. Esos adoquines llevan mucho tiempo donde están, se nota que muchas carretas les han pasado por encima, están todos quebrados en las puntas y algunos por la mitad, sería bueno ser adoquín, mmm, no mejor no, no quiero ser pisoteado. Ya no quiero destapar los adoquines para ver si hay tierra debajo, no los quiero desacomodar, deben haber tardado mucho para encontrar una posición cómoda para resistir.
Yo no soy muy resistente, siempre me canso cuando me toca correr, por eso es que soy tan bueno para encontrar escondites, debe ser por el cigarrillo, mi mamá me dice que lo deje, que eso no es de niños buenos, pero yo no quiero ser un niño bueno, esos andan todos bien peinados en la calle comprando dulces y yendo a misas, a mi no me gustan las misas, siempre hay un señor vestido de vieja que habla de otro señor que se vestía igual pero parecía más vieja porque se dejaba el pelo largo, si no fuera por la barba hubiera dicho que era una señora cuando lo vi la primera vez.
Yo creo que a mi mamá le gusta el señor que da las misas, porque siempre va media hora antes todos los domingos y se encierra con él en un cuartico oscuro disque para que la perdone, yo no sé porque la tiene que perdonar él, no creo que mi mamá le haya hecho algo malo, debe ser por algo que yo hice. ¡Se movió de nuevo! ahhh!!! Estaba pensando otra vez, tengo que dejar de pensar para poder pillarla en el mismo instante que se mueva. Ya me estoy cansando, me voy a sentar para esperarla más cómodo.
Tengo ganas de un cigarrillo, pero no traigo candela, si tuviera candela prendería las hojas secas que vi amontonadas cuando venía, dos cuadras antes del parque doblando a la derecha. Claro que si tuviera candela lo primero que haría sería prenderme un cigarrillo, aunque le prometí a mi mamá que no iba a volver a fumar para que me recibieran en el colegio. Mierda, estoy pensando de nuevo. Debería hacerle caso a mi mamá, allá enseñan a no pensar, si hubiera seguido en el colegio ya habría podido descubrir la sombra en el mismo momento en que cambia. No entiendo por qué  la gente no sale de noche, a mí siempre me gusta salir y ver las estrellas, me gustaría ser una estrella como mi papá, pero mi mamá todavía no me dice el secreto para serlo, ella dice que cuando crezca lo entenderé. Bueno espero crecer pronto, quiero espiar el mundo desde allá arriba. Siempre que espío desde aquí abajo me pillan, la vez pasada estaba viendo como mi profesor le metía la lengua en la garganta a la cocinera de la escuela, pero me descubrieron porque hice sonar una olla, estaba dentro de la alacena. Desde ese día todo cambió con mi profesor, siempre que me veía se ponía rojito, nunca entendí por qué. Ya entiendo por qué mi mamá se mete en el cuarto oscuro con el otro señor, ¡es para que mi papá no la pueda ver!
¡Ahora sí! se está moviendo, está más chiquita, pero también se está poniendo menos negra, este es el momento, por fin voy a saber que es. Ahora si solo voy a ver y no voy a pensar en nada. Está mas corta y mas clara, mas corta y mas clara, mas corta y mas clara.
¡Carajo salió sol! 
 VISITA EL BLOG DE HAZ: http://vapordelechuza.blogspot.com/

Madrugo. Por: J. Andrés Jiménez Rodas.

Le madrugo al sol y me doy cuenta que no es el mismo.
Madrugo al cielo y descubro uno nuevo.
Sin embargo al llegar al espejo soy el mismo:
No más de diez adjetivos, sustantivos generales,
Puntos y comas, como y me emputo.
Un costal lleno de hechos que pesan en mis talones,
Un pasado presente y un futuro muy predecible.
Le madrugo a la vida y descubro que aun no he llegado,
La vida, ni siquiera existe una respuesta para lo que es,
Un corazón, millones de células distintas
Con un mismo código genético, dos piernas adoloridas,
Manos torpes y ojos nublados.
O una madre que nunca se fue, un padre que siempre estuvo
Un paso adelante en un círculo infinito,
Un silencio mas profundo que el vacio.
Madrugo, y al final aun no se a que madrugo.

domingo, 15 de agosto de 2010

De Vuelta a Casa - Por: Bernardo Ángel.

Anoche Salí de mi casa a recorrer el mundo y cuando me disponía a dar el primer paso me di de cuenta que uno de mis zapatos estaba roto justo allí donde mi talón pisa cada vez que alzo el pie. Enseguida lo alce del piso y aplicando un poco de pegante lo solucione. Ahora como nuevo, entonces alce mi cabeza al cielo y de un solo suspiro pedí  a las estrellas y al cosmos su eterna compañía, ahora si todo en orden para avanzar.

No antes de salir de mi casa revise mi maleta, para ver si llevaba el paraguas ya que estamos en temporadas de lluvia, y nada raro seria que esta noche pase la lluvia de visita por algún rincón de este mundo, después observe si contaba con el suéter que nunca me puede faltar.
Voy por la carretera por esa línea blanca divisoria de la zona por donde circulan los autos y la nada, por que no hay cosa más mal diseñada como nuestras carreteras que carecen de zona peatonal. Empiezo a salir de la contaminación de la ciudad, el ruido se escucha afónico hasta quedar en silencio la noche y las ganas. A cada uno de mis pasos siento como el universo se amplia.


La noche estaba completa como mi cuerpo, las estrellas estaban pegadas del cielo con hilos invisibles, la luna medio dormida entre despierta, entre en lo mas mágico y cósmico de la noche viendo en un solo punto cuando la luna mengua, ahí estaba descansada, ahí estaba tan hechicera como las brujas al salir en la madrugada.


La noche a pesar de estar fría, esta buena para una larga caminata que puede durar hasta un poco antes del amanecer, seguro que si no llueve voy a estar muy temprano mirando como las luces de la ciudad empiezan a apagarse una a una cuando empieza el nuevo día.
Bueno el cielo se acomoda como el ganado en el carro que los lleva para el matadero, veo como las nubes llevan afán, las veo correr y correr hasta quedar el cielo descubierto por completo,  y en lo alto de la montaña empiezo a comprender cuan grande e infinito es el universo, veo la vía láctea descubierta por completo ella me llevara al otro lado del camino, donde no quiero ni puedo ir.

sábado, 14 de agosto de 2010

Exposicion!


EL CENTRO CULTURAL RICARDO RENDON BRAVO ABRIÓ DESDE EL 13 DE AGOSTO LAS PUERTAS A LA EXPOSICIÓN SILENCIOS PROFUNDOS.


PROGRAMENSEN: VA DESDE EL 13 DE AGOSTO HASTA EL 27 DEL MISMO MES.


Jorge Drexler - Disneylandia (Track)

domingo, 1 de agosto de 2010

Lluvia y sol Por: Jorge Andrés Jiménez Rodas.

Hoy vi caer la lluvia sobre el pavimento.
 Luego apareció el sol, y la humedad de las calles se fue. 
No se si ¿el sol la elimino o se fundieron en una hermosa relación que le da a cada uno su espacio?

jueves, 29 de julio de 2010

Libros y Letras

No dejen de vistar esta maravillos pagina, y no dejen de escribir, no dejen de inventar sus tendencias. Libros & letras.

miércoles, 28 de julio de 2010

La Mirada Inconrrecta: Democracia Deliberativa Por: Carlos Augusto Hernan...

La Mirada Inconrrecta: Democracia Deliberativa Por: Carlos Augusto Hernan...: "Cuando se habla de “democracia deliberativa” se ponen en tensión dos términos que deben enriquecerse mutuamente. La palabra “deliberación” ..."

domingo, 25 de julio de 2010

Sentidos - Por: Arion Bastiaan.

Te veo irreal, multicolor y fascinante, te veo cuando Hipnos me envuelve en su manto, te veo como un espejismo, una quimera, te veo dilucida, tenue, te veo en la calígine del crepúsculo, te veo en el  fulgor del alba.


Y entre más te veo, más recuerdo que no te veo y aunque no te veo, en más lugares, situaciones e ilusiones te veo.


Te oigo armónica  aunque distante y como un susurro de melodías que tocan los sentidos, te oigo disonante, te oigo como una sinfonía, como la composición magnifica de un maestro inexistente, te oigo como un cumulo de melodías solo posibles en los confines de mi imaginación, inexpresable, inexplicable, imprescindible.
Igual te oigo y te sigo oyendo desde mis sueños a mis pensamientos y me envuelves como ninfa llevándome a ti una y otra vez.


Te percibo con un aroma gris tenue y lúgubre hasta envolverme los brazos de cómo diría el poeta hecho cantante la hermosa y blanca mujer. Pero en tus brazos me perdería dichoso pues caería en un éxtasis que no soy capaz de soportar, te percibo en el aroma de los pastos y las flores, en el de la belleza de la amapola que me extasía y me droga, te percibo en el rocío de la mañana en lo más recóndito de la selva virgen, tú que eres virgen porque no te han explorado de las maneras más simples y complejas, que nunca se concentraron en tocar tu corazón, que nunca lograron emanar el alma hasta suspirar contigo.


Te saboreo como el más dulce néctar y me llenas, me satisfaces, me places cual ambrosia que no me deja sentir agonía, ni sed, pues en ti todo es colmado
Te siento inexorable a mis percepciones, siento tu furor a flor de piel y esta me incita a caer sobre ti, te siento irresistible, tentadora, hasta convertirte en una ilusión irreal solo alcanzable cuando tu corazón se abre a mí y destruye a la terrible quimera.

viernes, 23 de julio de 2010

Dragones de Humo, Limosna y Señores de sus Billeteras - Por: Jorge Andrés Jiménez Rodas

Condenado por ver dragones, suan, delgado, de mirada siempre al vacio, con sus labios resecos acariciados por el blanco humo que antes absorbió de su cigarrillo camina por un bosque de otoño, de hojas secas, que acompañan cada paso con un “crashh”. Sin destino su marcha es lenta, las únicas huellas que deja son las insipientes colillas de su cigarrillo que anteceden al anterior, y uno más, y otro, y otro y otro y otro…y sus ansias aun no cesan, y los dragones aun lo siguen, y el llanto se instala en sus oídos….grita suan, grita, grita para ahuyentar el miedo, grita para volar, grita para encenderte, grita para matar a dios, grita para inundar el mundo que te rechazo… y luego llora, pero no te quedes quieto, llora porque los dragones te siguen, y llora porque aunque te ven,  el mundo se sigue revolcando en su mierda y llora porque a pesar que vuelas los burgueses te disparan con sus rifles y llora porque a pesar de ser anciano fuiste niño con hambre y llora porque subiste montañas y ella nunca estuvo ahí y llora, y enciende otro cigarrillo y tíralo, y enciende otro, y corre, y grita porque a pesar de tener madre esta no tiene tetas y enciende otro cigarrillo y tíralo, y enciende otro, y corre, y grita porque a pesar de tener padre su falo ni el viagra lo pudo levantar…grita suan, fuma, llora, corre, pide una moneda mas y muere como el loco de ojos abiertos que siempre fuiste.

APOLOGIA A LOS COLORES - Por: Bernardo Ángel.


Colores primarios y secundarios que aparecen reflejados en mi mente, como aparece ella en cada rincón de mi cuerpo y de mi pensamiento. Colores vivos y colores muertos que infunden miedo, como el estar solo en el olvido de los mortales que respiran sin  ninguna preocupación Como la que hoy nace dentro de mí…
Colores que me hacen vivir en un mundo nuevo, donde florecen rosas sin espinas, violetas sin el olor de tus cabellos, jazmines con olor a Dios, que me besa y me sube suavemente al cielo como despertar cada mañana en tus brazos. Entonces habito su espacio blanco tranquilo.
Colores oscuros como la muerte del verano a orillas del mar, colores pálidos para dar consuelo por que ella no esta en ningún lugar donde la busco para brindarle el azul del cielo, y del mar que crece en mi boca fresca como el rojo de las fresas crecidas en el huerto…
Colores que se desvanecen en el alba de la mañana y de la tarde que florece como un niño en abril.
Colores roza que me hacen erizar la piel pensando en la selva húmeda de la mujer que amo, pero que decidió huir por temor de sentir el amor rendido a sus pies.
Colores que me estimulan para sentirme vivo en este planeta azul, verde, rojo, morado, amarillo, negro, café, gris, blanco, plateado y que se mezclan entre si para nazca una nueva esperanza, una nueva forma de vida que se pierde en los colores.
Colores que guardan secretos de los vivos y de los muertos, colores que invitan a soñar, colores que murieron de sed en el desierto de tu cuerpo.

jueves, 15 de julio de 2010

A Cuenta Gotas - Por: Bernardo Ángel.


Una gota de aceite floreada en el agua que se abre paso entre las nubes grises, aquí espero un instante más a que la luna se encienda en medio de los jazmines.
La noche mágica se abre paso en medio de las estrellas colgadas en el fondo del cielo azul oscuro muy oscuro de tanto esperar.
Las líneas se vuelven finitas y largas, entre su infinitud se pierde mi mirada, que se cruza con el niño huérfano y humillado por los demás, que drama este de estar vivo en medio de tanto muerto. Que horror este de correr por el mundo sin ningún ideal, sin ninguna prisa, que horror este de andar por el mundo sin una morada.
Una gota de sudor corre por mi mejillas sin afán, que horror este de tenerte tan cerca y tan distante, aquí estoy en medio de esta prisión del alma que no responde, nuevamente el agua y el aceite jugando a encontrarse.
Nuevamente en mi cerebro se enciende el juego de ajedrez que empecé tantos años atrás, así es a la vida mientras mas rápido la encuentro mas rápido se me va, mientras mas corre mas la alcanzo en el cielo que me entrega ese puñado de estrellas preñadas de deseos. Mis dudas reflejan un ser inconcluso en lo mas hondo de mi ser,  ¿A dónde va el rio después de haber sido bebido por el niño? ¿Dónde va el amor cuando se acaba? Nada raro que el amor nunca vaya a ningún lugar pues aquí nunca ha vivido, se le fueron negados todos sus derechos civiles y tributarios, ¿Qué sentido tiene pagar impuesto por el solo hecho de amar? ¿Dónde van mis recuerdos cuando los dejo morir al lado del camino del olvido?
Una gota de agua al borde del abismo cruza mis viseras, allá mismo donde se anidan mis serpentinos deseos de extrañarla, de amordazarla entre  las sabanas, y  la gota de agua sigue pendiente colgada de mis viseras.  ¿Se seca el amor, como el agua? ¿Se va la lluvia llevándose sus recuerdos? ¿Se van sus recuerdos a otro lugar? ¿Por qué no puedo borrar la huella imborrable en su nombre? 
Vuelo en mi cometa de humo, ahí sigues en mi memoria ¿Por qué no caes? ¿Qué te detiene en mi absurda existencia floreada como el farol al fondo de patio? La noche se asemeja a una película de terror que en sus adentros lleva odios y rencores del color del arco iris. El arco iris es una farsa de colores que se entrecruza con la guerra del agua y el aceite. Así como el amor le hace resistencia al odio,  el agua lava al hombre de toda culpa y maldad, que ingenuidad esta de sentirse despierto cuando el mundo sigue  durmiendo.
¿La noche no puede ser mas larga? No te ilusiones mi pequeña princesa que ya es hora que vuelvas a darle la vuelta al mundo en una abrir y cerrar de ojos. No te preocupes princesa que te vas dejando tus huellas en mi rostro, no te preocupes mi pequeña alteza que afuera te esperan los duendes para llevarte a un lugar mágico donde yo no te puedo acompañar de principio a fin. Vamos princesa que allá tendrás un enorme jardín para ti sola.
Es así donde te encuentro mas rápido dándole cuerda al reloj suspendido en la pared de mi cuarto amplio y subterráneo. Allí donde se prende la gota de agua mezclada con aceite es donde te pierdo.
La noche no tiene miedo de morir  en brazos del día, mientras tanto espera con calma ser empujado a una nueva jornada, que se abre como cola de pavo en celo.

martes, 13 de julio de 2010

Vagabundeando en la Red

Hola camaradas, aquí les dejo esta pagina que hace un recorrido por varios autores latinoamericanos, y algunos otros que no son de habla hispana, disfrútenla mucho, una excelente pagina de literatura.

Quien Fuera - Silvio Rodriguez.

Dos Mujeres - Por: Jorge Andrés Jiménez Rodas.

¿Cómo escribir con mis dedos masculinos una historia de amor que rompa el yin y el yang, que no acuda a la luna y el sol como las metáforas para explicar el cataclismo producido por un beso, una caricia de la mano de una mujer hacia el cuerpo de otra?

¿Cómo describir el amor de dos blancos puros, sin negros ni grises, con nada más que luz?, ¿Cómo dejar a un lado las sombras de emperador, las caricias bruscas de quien antes reposo su fusil en la esquina derecha del cuarto?

Una mujer, mas otra, cada una más hermosa entre más cerca, cada una más sublime a cada paso, en un amor sin fin, sin glándulas, sin deseos pervertidos, con una sola idea, con las ansias de recorrer a su igual, con las manos en trance, abiertas en sus poros, como receptáculos puros de placer, con el conocimiento ancestral de los lugares sensibles, de las presiones exactas, de la humedad indicada.

Un cuadro renacentista, que muestra una mujer, blanca como el deseo vivo en los ojos, pequeña como artesanía sutil y sin igual, con un cabello negro, con un pubis, delgado y delicado, una marca de la negación a no alzarse, a no sobresalir en quienes sentados creen haber encontrado el mágico control de una báculo cobarde al fuego que se enciende en medio de esta mujer y su amante.

Mas cobarde soy yo, mis dedos se detienen y exigen un cigarrillo mas, el fuego lo enciende y a la vez enciende mis fantasías, que no hacen más que revelar. Que con curiosa perversidad se acercan nuevamente a estas dos mujeres, la segunda un poco más alta, con cabello corto, con piernas delgadas y firmes, con sus senos anclados en sus hombros, solidos, como su alma, como sus ideas, que escapan a la redundancia de quien la quiere encoger. Dos mujeres de almas libres y cuerpos desnudos, que en su piel no revelan más que lo obvio, una vida, un caminar por ella, mil y una guerra en silencio, mil y una victoria forjada con sus finas voces. Dos cuerpos que se unen en contra del universo, apurados con la prisa del placer, transpirando en cada contacto, mirando hacia su interior mientras sus bocas húmedas y rojas se juntan, se acarician, labio a labio, con pequeñas sonrisas de certezas, con lentas intromisiones de lenguas inquietas que como mineros se hunden en el interior oscuro donde sus dientes, cual perlas, se deleitan con sinceridad. Una sinfonía sin instrumentos, una sonata en el silencio, unas manos que deciden encontrarse, que se apelan y encuentran la indulgencia para separarse y bajar lentamente sobre el pubis de su contraria, deleitarse con las finas caricias de unos bellos púbicos casi adolecentes, e ir aun más abajo para filtrarse en un sexo húmedo que conectado con el alma estremece todo el cuerpo, para columpiar sus dedos en un acto que condena a los puritanos. Dos corazones que hoy se encuentran en la humedad, en los tibios sollozos de haber encontrado una salida a los vicios, un orgasmo tras otro, un grito al caos, una representación del amor, mas allá de lo físico, mas allá de lo dicho, fugitivo de las palabras un acto que por respeto a tal perfección, que por admiración no puede y no puedo, al menos hoy, reducir a las palabras que escribo.

Agradecimiento - Por: Jorge Andrés Jiménez Rodas.

Una planta que me regalo el portero porque le suplique que no la tirara a la basura, al parecer había muerto. Con sus tallos resecos la coloque junto a la ventana y deje de preocuparme por ella durante mucho tiempo. Sin embargo, cada mañana, la regaba, distraída, pensando en otras cosas. De pronto, ayer, no sé porque milagro, le surgió una hoja. Me sorprendió tanto que me puse a llorar. Comprendí que el amor es una gran agradecimiento al otro por existir.”

Donde mejor canta un pájaro, Alejandro Jodorowsky.


Deleitado con las gotas que suicidas se lanzaban de las copas de los arboles a el lago infantil de aquel campo los pensamientos se sentían inspirados y en motín acudían a la conciencia de aquel hombre sentado en el húmedo pasto. No solo este escenario avivaba las ideas, puesto que gracias a la tecnología y en contra del romanticismo de este escrito, el iphone de nuestro personaje agotaba su batería en las notas suaves del folclor argentino casadas con la voz de Mercedes Sosa.

El humo del cigarrillo danzaba iluminado por un sol tímido que apenas se atrevía a salir entre ese ejercito celeste de nubes nostálgicas que segundos antes habían hecho de este hombre un tierno animal desnudo en estos campos. “cambia todo en este mundo, y así como todo cambia, que yo cambie no es extraño”, estas palabras recitadas por Mercedes una vez más parecían dar apertura al nuevo sol, esta vez más intenso, revolucionario, como un proletario explotado, cansado de salir sin sentido, de ganarse el pan como obligación a un tercero.

Ante todos estos acontecimientos de la naturaleza, nuestro héroe, sentía navegar en el lago que era surcado en una barca de pensamientos unidos cual imanes, sentía que su cuerpo desnudo había encontrado en este estado un calor natural que la ropa de finas marcas le había robado antes, y pensaba sobre el tapiz de piel que protegía su mecanismo viviente. Lo recorría una y otra vez en sus pensamientos e imperfecciones, lo acariciaba con los recuerdos de las amantes que el pasado había arrebatado, lo limpiaba cual felino, con su lengua, saboreando las saladas esencias de su transpiración.

A su alrededor quedaban los restos de un libro que antes se encontraba leyendo y que se diluyo por la torrencial lluvia que antes lo había masajeado, para él, esto fue como una revelación, sin nada que leer más que las letras antiguas inscritas en la naturaleza, su vida sería el libro que ahora leería a la luz del campo, y los segundos futuros paginas en un blanco profético para escribir. Solo extrañaba no tener a su lado una mujer, blanca pero pequeña, de pelo cortó como protesta a la “debilidad” de su género, con senos pequeños pero lisos, y sin más carne en sus piernas que las necesarias para poder emprender una viaje a pie con él, con sus lecturas y prosas como música de fondo. Este sentimiento se resumió en un hondo suspiro que adopto la soledad como su compañía y ya con la batería de su iphone agotada, la música seguía sonando atrás de él acompañando fielmente la extensión de sus articulaciones que se disponían a ponerse de pie.

Una vez erguido sus pensamientos se precipitaron hacia sus pies pasando por cada una de las cicatrices de su cuerpo y su alma, invadiendo en pocos segundos la fragilidad de su naturalidad y dando a luz a una trascendencia. Un nuevo cigarrillo húmedo y frágil, difícil de prender mas no imposible, y allí parado, con un nuevo suspiro a la muerte, nuestro protagonista en su desnudes empezó a recolectar las hojas caídas en el suelo, unas cuantas de color rojo, otras ya marchitas y secas y en el lago que por la luz del sol altivo parecía ser blanco empezó a posicionarlas en forma de mujer.

Las hojas rojas sirvieron como cabello, las marchitas, con su color café claro se mesclaron con las pocas rojas que quedaban para dar vida a unos suaves y recatados labios, el resto del contorno se fue dibujando con complicidad de la física que solo por esta vez no dio formas redondas, sino que se apego a los caprichos de aquel que había colocado las hojas antes.

Un suave viento golpeo la tierra y dio movimiento a la figura en el lago que pareció emprender una marcha ansiosa hacia el centro de aquella reunión de agua…el hombre desnudo, sin mostrar sorpresa en su rostro empezó a seguirla sumergiendo lentamente todo su cuerpo, con la idea de que la lluvia ese día salía de la tierra para conquistar las alturas.

No paso mucho tiempo para que todo su cuerpo estuviera completamente dentro del agua, y allí ante la falta de una bocanada de oxigeno previo empezó a caer en una muerte sin desesperación. Este hecho podría marcar el fin del relato, pero el alma de nuestro héroe no decepciono al estereotipo de la muerte y se sintió en el túnel mortífero y veía sus recuerdos vitales pasar uno a uno mientras caían en el suspiro del olvido. Una vez allí, el túnel también se lleno de agua, y la luz al final se oscureció con una figura tímida que se mostraba como una silueta escrita en el corazón, como un suspiro ultimo a aquel tabaco, como un instante previo nuevamente hacia la incertidumbre.

Atraído como cucarrón, el hombre desnudo nado apresurado hacia ella, como si supiera la pertenecía de la silueta y temiendo la desaparición la busco con sus últimas energías de ¿vida o de muerte?, no lo sabremos, pues aunque la ficción me permita dar respuesta, temo a la vanidad de quien lo explica todo. Solo puedo describir que la silueta no desapareció, y se convirtió en una figura clara al frente de nuestro protagonista. Era una mujer mas blanca que las princesas de los cuentos, con unos ojos invadidos de palabras, con un pelo rojizo que daba un aroma bohemio al escenario, con un cuerpo débil solo en compensación a la infinita fuerza de sus ideas y con un libro en sus manos, adornado con el polvo que solo las grandes bibliotecas pueden otorgar. Allí frente a esta mujer el hombre no pudo distinguir si habían lagrimas en su rostro, pues la humedad estaba en todo su cuerpo, pero se consoló con la idea de que todo su cuerpo lloraba en ese instante de felicidad, por su cabeza pasaban sus manos espectrales como recuerdos dibujando con hojas a la mujer de la que ahora tenía la certeza: era la misma que estaba en frente, suyo dibujada con hojas, y no queriendo pervertir el momento con un beso o insinuación erótica el hombre se arrodillo tomando su mano y dejando caer el libro que estas sujetaban y entre burbujas y balbuceos dio las gracias mas grandes a esta mujer, que en sus últimos momentos existía para sus ojos.

Una vez allí, nuestro héroe murió como solo el podría haberlo deseado, como solo él se lo hubiera imaginado, murió, una vez el sol se escondía en las montañas, en sublime acto de amor mortífero, dejando como testigo una rosa pequeña que nación en ese bosque de guayacanes.

sábado, 29 de mayo de 2010

ROCK AL PARQUE!!!!!!


No se pierdan la oportunidad de asistir a este espectacular festival que trae consigo este año la presencia de uno de los grandes del rock argentina Andres Calamaro!!!!!

miércoles, 26 de mayo de 2010

EL BUSCADOR DE PALABRAS Por: Jorge Andrés Jiménez Rodas.

El buscador de palabras se levanto este día al contrario no porque su cabeza estuviera donde deberían ir sus pies, sino porque al abrir los ojos empezó a soñar. La música, que ese día empezó a sonar en su computador pintaba sus paredes, pedazos de cielo, esquirlas de sol, polvo de luna, arboles violetas, girasoles huérfanos, un sinfín de metáforas alucinatorios, materias primas para la casa que algún día prometió, drogas que se cultivaban en su cabeza cada vez que veía sus ojos.

En esta mañana el buscador de palabras le madrugo al sol, su celular le gritaba insistentemente por la urgencia de la llamada que una vez por Messenger prometió, la inocente promesa de entregarse como un despertador parlante, programado quien sabe porque anhelos, quizás un beso, quizás algo mas allá de esto. Entre palabras dormidas que venían de ambos lados del teléfono celular los minutos no dieron tregua, una llamada de menos de sesenta segundos fue suficiente para sacar de su cabeza la duda, para programar un safari, que pronto tomaría forma con Fito & Fitipaldis, una canción, las nubes en tu pelo parecía la metáfora perfecta de lo que este hombre siempre había querido encontrar: un espacio allí en el cielo, entre las nubes donde su cigarrillo se consumiera rápidamente para voltear su cabeza y responder la sonrisa de la mujer al frete suyo.

¿Ahora entienden por qué el buscador de palabras se levanto soñando?, ¿ahora entiende por qué el encontraba en Fito & Fitipaldis la pregunta sobre cuantas flores para un ramo, cuantos versos para un poema? Y aunque las respuestas son inexistentes, aunque al otro lado del teléfono el voto en blanco reinaba sobre estas elecciones del corazón, poniendo a todo un estado en jaque mate por un empate entre el sí y el aun no se, este hombre, aventurero frente a la pantalla, callado ante los demás, con anhelos de ser grande, este buscador de palabras sonreía, creía inocentemente como un cachorro que pone su ojos sobre el hombre gordo en un restaurante que come un plato suculento, que algún día voltearían a verlo, que cada día que lograra mirar a esta mujer a los ojos regaba un cultivo del cual aun ella no conocía las propiedades del suelo, sembraba una semilla que ella aun no lograba encontrar en sus libros, la siembra de un hombre soñador, que nuevamente en la música de su computador encontraba las palabras perfectas - “siempre estoy soñando”- decía mientras sonreía melancólicamente pero con la certeza de que esa noche, unos minutos antes de que estas letras se agruparan en lo que quieren narrar, luego de hablar con la mujer que aun robaba sus inspiraciones, la persistente idea de que ella en esa noche, fría y húmeda, antes de decir a dios a la realidad que le impuso un verdugo, pensaría en el.

no hay mejor lugar que entre las nubes de tu pelo para revolver las drogas con los versos, lo mejor del sol el brillo de la luna que es tu corazón…Loco trovador es tu canción desnuda, solo corazón…. ¿cuántas flores para una ramo, cuantos versos para un poema?’




lunes, 24 de mayo de 2010

EL ULTIMO VAGÓN EN LA LLANURA Por: Bernardo Ángel.

El tren avanza en su carrilera con destino a un lugar lejano... voy a dormir en un vagón mientras llego a la estación del fin del mundo, allí a mi lado dos sombras se cobijan con sus cuerpos, protegiéndose del frio matutino, dos sombras que se encuentran y se abrazan, dos sombras que se encuentran y se amordazan, dos sombras que se buscan y se encuentran en medio de la luz apagada del vagón que me aleja de mi edad cromosómica, en el vagón el silencio es penumbra pero las dos sombras siguen impávidas... ¿de quien serán las sombras? ¿Del asesino y la muerte? ¿O del amor y el regocijo?... que orgasmo mental... soy único y me inspiran la llanura de su cuerpo y el tren en el que lo recorro... un tren sin rumbo fijo es como un cuerpo seco a la deriva, voy en el tren de la vida así como mi vida va en el tren del olvido. El tren se dirige a la verde llanura donde su funde el verde, verde de los arboles y el azul, azul intenso del cielo.

Es en esa verde llanura por donde se pasea una mujer, de cabellos ondulados, de sueños indescifrables, de cuerpo valiente, de alma pura y corazón limpio. Por la verde llanura va una mujer con pasos firmes y mirada profunda. Es en esa verde llanura donde me he perdido, y me he topado con sus sueños en lo hondo de la inmensidad, es allí donde mi cuerpo pareciera mas solido, es en la llanura de su espalda donde mi fe reposa, mis delirios se hacen hondos y mi cabeza se empina en busca de sus labios fugitivos.

La llanura lleva secretos, la llanura se traga a la majestuosidad de su cuerpo perfecto humeral de sueños encontrados y de historias indescifrables, de esos sueños que soñamos despiertos en el claro oscuro del día de lluvia que se traga la llanura, así como la manzana pecadora de Eva nos lleva al otro mundo.

Es en la llanura donde descubro el paraíso tras las ramas de su fértil cuerpo, la llanura en su cintura se hace mas extensa y me arrastra a una sombra inmemorial, donde el pecado es encarnado de sabores y aromas exquisitos, la llanura en su cuerpo se pierde en mis ojos como cual Adán se pierde tras la respiración de su Eva. La llanura amenaza con la ternura de sus labios en mi espina dorsal, donde reposa un vertiginoso efluvio de canciones y versos compuestos para ella que me espera en silencio. La llanura verde amenaza el ritmo del tren que avanza, pareciera tragársela por completo. El tren desafía a la verde llanura queriendo llevársela en uno de sus vagones, la llanura quieta al paso devastador del tren.

Yo miro de reojo al gran espejo de la estación en el fin del mundo donde esperan las ansias, donde la llanura se hace infinita y el se hace corazón valiente al grito del guerrero que firme espera el paso de los años, con el rostro longevo de tanto ir y venir como el viento, lleva entre sus alas el viento cortado de sus derrotas, termina una historia y la otra sin empezar, de su ombligo de luna cuelga un arete prehistórico, en su cerebro sus sueños juegan a soñar, en una mano, una historia y en la otra una copa, en sus cabellos una canción que se toca con el viento, en sus pies una poesía que se entona, en su boca un panal que se enciende, en su vientre una orquesta que no para...

Que paz... Que silencio entre mis labios, que ardor en mis manos que no dejan de rosar la sombra, que paño tibio el que cubre mi frío de soledad, ¿que amparo triste cuelga en mis orejas como anillo de hojalata?, ¿Quien vendrá por mi alma esta noche hilvana? ¿Quien se ira tras mis sueños que no paran? ¿Hay alguien aquí? pues solo las respuestas bastan para dar alivio a mi alma... ¿Quien vendrá esta noche por esta ventana que me arrastra?

La llanura y el tren juegan incasablemente entre las ramas de los olivos, entre las flores de los guayacanes que se encienden en luces amarillas casi fluorescentes, terminado abril y empezando mayo, únicos meses del año que estos arboles dejan preñados el piso con su olor, con su olvido como cada vez que el tren pasa por la llanura verde perfumada por el olor a mujer, por el fresco olor que dejan las alondras, en esa piel de mujer y aroma inmortal.

Ya terminado el viaje sin fin, recojo las maletas entre las sombras que me acompañaron en el silencioso viaje por la llanura, así como el guerrero empuña su espada al comienzo de batalla. En la estación se pasea un niño prendido del brazo de su madre, así como en mi mente viaja ella cuando la vi por vez primera en la llanura.

El tren la llanura se encuentran y se amordazan como el par de sombras del vagón en el cual yo viajaba, la llanura abraza al tren como el niño en la estación abraza la mano de su madre, el tren la llanura se pierden en los ojos del anciano de la estación que quiso ir a la guerra.

Un cafe y un Cigarrillo